Neurociencia proceso educativo.

 

Mejorando el proceso enseñanza-aprendizaje, según la Neurociencia.


  1. Crear emociones en el alumnado y despertar su atención.

En base a esta premisa, es recomendable generar climas emocionales positivos en los entornos educativos, donde tanto docentes como estudiantes asuman los errores de manera natural, cooperen entre ellos y participen activamente en todo el proceso de aprendizaje.


2. Valerse de las artes para favorecer procesos cognitivos.

Los docentes deben reconocer posibles activadores del aprendizaje, desde diferentes vías como la música, artes plástica, artes escénicas, ajedrez, teatro y otros reconocidos como favorecedores de procesos cognitivos.


3. Convertir el aula en una pequeña comunidad de aprendizaje.

El cerebro es un órgano social que aprende de otros y con otros. Por ello es importante impulsar el trabajo cooperativo en clase. Para lograrlo se puede cambiar la disposición del aula tradicional a una que propicie la cooperación entre iguales, como sería formar grupos de 4 o 5 estudiantes.

También conviene llevar a cabo metodologías educativas innovadoras que propicien el trabajo grupal y la participación del alumnado, como aprendizaje basado en proyectos (ABP), aprendizaje-servicio, aprendizaje cooperativo, flipped classroom, etc.


4. Llevar a cabo experiencias multisensoriales y en contacto con la naturaleza.

Emplear diferentes recursos en las clases para presentar la información de forma atractiva, y también interactiva, puede favorecer el aprendizaje. Las metodologías educativas que permiten que el alumnado perciba el mundo a través de todos sus sentidos ayudan a que el aprendizaje sea mucho más significativo, como puede ser la gamificación de los contenidos didácticos.


5. Propiciar que los estudiantes utilicen el movimiento para aprender.

Más juego y más movimiento mejoran el aprendizaje. De acuerdo con Giacomo Rizzolatti, un famoso neurobiólogo italiano, "el cerebro que actúa es un cerebro que comprende". Por tanto, hay que integrar el componente lúdico en el aprendizaje desarrollando actividades que permitan al alumnado moverse mientras aprenden.

"El ejercicio regular puede modificar el entorno químico y neuronal que favorece el aprendizaje, es decir, los beneficios son también cognitivos", considera Guillén en su blog Escuela con Cerebro. Más juego y más movimiento mejoran el aprendizaje. De acuerdo con Giacomo Rizzolatti, un famoso neurobiólogo italiano, "el cerebro que actúa es un cerebro que comprende". Por tanto, hay que integrar el componente lúdico en el aprendizaje desarrollando actividades que permitan al alumnado moverse mientras aprenden.


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